lo sé, no acepto los cambios. soy demasiado tradicionalista, estoy demasiado ligada a los recuerdos y, paradójicamente, ligada a las fantasías sobre el futuro. por esto mi presente es tan inquieto, aunque feliz: mezclo pasado, futuro y presente como si de esa mezcla pudiera surgir un postre exquisito. un postre que hace bien porque hace mal. un postre que es bueno porque tiene ingredientes contrapuestos. ♥