martes, mayo 27

“Me siento violento y feroz cuando te miro y sonríes. Quisiera arrancarte la risa a bocados, disfrazarme de vampiro, pedirte que te sientes en otra mesa para abordarte como aquel primer día, convencerte de que me sigas al baño, a cualquier parte, admitirte de entrada que no se me da bien esto de hacer feliz a una mujer hambrienta. Me pongo a temblar de puro miedo cuando te observo dormir con tu sueño agitado e inquieto. Sabría reconocerte con los ojos cerrados. Me aterra la idea de que te marches y no vuelvas